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{"id":571,"date":"2011-11-02T11:46:40","date_gmt":"2011-11-02T10:46:40","guid":{"rendered":"http:\/\/www.leon.postcapital.org\/?p=571"},"modified":"2011-11-02T11:46:40","modified_gmt":"2011-11-02T10:46:40","slug":"el-ultimo-dia-del-escuadron-de-la-muerte","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/www.leon.postcapital.org\/2011\/11\/02\/el-ultimo-dia-del-escuadron-de-la-muerte\/","title":{"rendered":"El \u00c3\u00baltimo d\u00c3\u00ada del escuadr\u00c3\u00b3n de la muerte"},"content":{"rendered":"<p><a href=\"http:\/\/www.publico.es\/culturas\/403977\/el-ultimo-dia-del-escuadron-de-la-muerte\">Cultura recibe el fondo fotogr\u00c3\u00a1fico de Manuel Mart\u00c3\u00adn, con im\u00c3\u00a1genes in\u00c3\u00a9ditas de la jornada en la que Franco se despidi\u00c3\u00b3 en Le\u00c3\u00b3n de la Legi\u00c3\u00b3n C\u00c3\u00b3ndor del III Reich<\/a><\/p>\n<p>Publico.es PEIO H. RIA\u00c3\u2018O\u00c2\u00a0Madrid<\/p>\n<p><img loading=\"lazy\" decoding=\"async\" class=\"alignnone\" src=\"http:\/\/imagenes.publico.es\/resources\/archivos\/2011\/10\/30\/1319976708733iglesiadn.jpg\" alt=\"\" width=\"400\" height=\"240\" \/><\/p>\n<p><img loading=\"lazy\" decoding=\"async\" class=\"alignnone\" src=\"http:\/\/imagenes.publico.es\/resources\/archivos\/2011\/10\/28\/1319830756866leiondn.jpg\" alt=\"\" width=\"400\" height=\"300\" \/><\/p>\n<p><img loading=\"lazy\" decoding=\"async\" class=\"alignnone\" src=\"http:\/\/imagenes.publico.es\/resources\/archivos\/2011\/10\/28\/1319831485072legiondn.jpg\" alt=\"\" width=\"400\" height=\"300\" \/><\/p>\n<h3>Franco condecora a un nazi de la C\u00c3\u00b3ndor.-MANUEL MART\u00c3\u008fN<\/h3>\n<p>La ma\u00c3\u00b1ana del 22 de mayo de 1939 era soleada y la Falange hab\u00c3\u00ada preparado la ciudad de Le\u00c3\u00b3n con sus mejores galas: guirnaldas, yugos, flechas, \u00c3\u00a1guilas y esv\u00c3\u00a1sticas. En una de las semanas m\u00c3\u00a1s dichosas para Francisco Franco durante sus primeras jornadas como dictador. Llega a la ciudad leonesa tres d\u00c3\u00adas despu\u00c3\u00a9s del gran desfile de su victoria, con una parada de 120.000 soldados, seg\u00c3\u00ban los peri\u00c3\u00b3dicos de la \u00c3\u00a9poca, en un recorrido por el Paseo de la Castellana, Recoletos y El Prado.<\/p>\n<p>Con un protocolo m\u00c3\u00a1s humilde, pero no menos espeluznante, asiste acompa\u00c3\u00b1ado por el Jefe del Aire, Alfredo Kindel\u00c3\u00a1n, a despedir a las tropas de la Legi\u00c3\u00b3n C\u00c3\u00b3ndor del III Reich, que hab\u00c3\u00adan llegado a Espa\u00c3\u00b1a a mejorar su tecnolog\u00c3\u00ada aeron\u00c3\u00a1utica, a entrenarse para campa\u00c3\u00b1as m\u00c3\u00a1s importantes y a convertir este pa\u00c3\u00ads en un campo de tiro, cuyo apogeo fue el bombardeo de la ciudad de Gernica, el 26 de abril de 1937, con m\u00c3\u00a1s de 120 muertos.<!--more--><\/p>\n<p>El importante fondo se compone de casi 150.000 negativos de todo el siglo XX<\/p>\n<p>El dictador eligi\u00c3\u00b3 la peque\u00c3\u00b1a base a\u00c3\u00a9rea de Virgen del Camino, pr\u00c3\u00b3xima a Le\u00c3\u00b3n, regentada por una escuadrilla de aviadores nazis destinados a sofocar el frente del Norte. Al parecer, no pod\u00c3\u00ada despedirse de las tropas de la muerte d\u00c3\u00adas despu\u00c3\u00a9s en Vigo, desde donde zarparon de vuelta a casa.<\/p>\n<p>El aviso de la llegada de Franco al peque\u00c3\u00b1o campo lo protagoniza una secci\u00c3\u00b3n de la Guardia Mora. \u00abLa presencia de esta bizarra tropa caus\u00c3\u00b3 grat\u00c3\u00adsima impresi\u00c3\u00b3n\u00bb, cont\u00c3\u00b3 entonces el diario Proa, de la Falange leonesa. Franco, el deseado, llega con un cuarto de hora de retraso. Se apea del coche, saluda a la bandera y pasa revista a pie a la l\u00c3\u00adnea de aviadores legionarios que presentan armas. Adem\u00c3\u00a1s de Kindel\u00c3\u00a1n, le acompa\u00c3\u00b1a el general D\u00c3\u00a1vila, ministro de la Defensa Nacional.<\/p>\n<p>Contra las gentes rojas<br \/>\n\u00abDestruy\u00c3\u00b3 fotos del frente por miedo a represalias\u00bb, dice el hijo de Mart\u00c3\u00adn<\/p>\n<p>Desde la tribuna, Franco, dirigi\u00c3\u00a9ndose a Wolfram von Richthofen, comandante en jefe de la Legi\u00c3\u00b3n C\u00c3\u00b3ndor, despide al macabro escuadr\u00c3\u00b3n recordando que \u00abel F\u00c3\u00bchrer fue el hombre que en un momento de peligro supo querer y comprender a Espa\u00c3\u00b1a\u00bb, que las legiones alemanas acudieron \u00abal ver invadida nuestra patria por las gentes rojas de Mosc\u00c3\u00ba y por la escoria comunista de Europa\u00bb, y que esta \u00abafinidad en el pensamiento\u00bb resurge en sus \u00abheroicas haza\u00c3\u00b1as\u00bb escritas en tierras espa\u00c3\u00b1olas, donde \u00abtanta sangre hab\u00c3\u00a9is dejado\u00bb de la que brotar\u00c3\u00a1 esa primavera \u00ablas flores y las amapolas de la paz\u00bb.<\/p>\n<p>Von Richthofen no se queda atr\u00c3\u00a1s y responde: \u00abEsta amistad quedar\u00c3\u00a1 aun m\u00c3\u00a1s honda y sellada para siempre por la sangre vertida en com\u00c3\u00ban, en el sacrificio que hemos hecho en holocausto de nuestros ideales\u00bb. Dichosa palabra. En un momento de su alocuci\u00c3\u00b3n, la banda de m\u00c3\u00basica rompe con la interpretaci\u00c3\u00b3n de Yo ten\u00c3\u00ada un camarada, \u00abque todos los presentes escuchan con emoci\u00c3\u00b3n, con el brazo en alto\u00bb, cuenta El Norte de Castilla. Y para finalizar, comunica a Kindel\u00c3\u00a1n que ha hecho una colecta entre los soldados nazis para contribuir con una donaci\u00c3\u00b3n a las familias de los ca\u00c3\u00addos en la aviaci\u00c3\u00b3n del Ej\u00c3\u00a9rcito sublevado. \u00abLa colecta suma un mill\u00c3\u00b3n de pesetas\u00bb, y entonces el p\u00c3\u00bablico cierra con gritos de \u00ab\u00c2\u00a1Heil Hitler!\u00bb y \u00ab\u00c2\u00a1Viva Franco!\u00bb.<\/p>\n<p>En medio del atropello, varios fot\u00c3\u00b3grafos van de un lado a otro, toman im\u00c3\u00a1genes de la importancia del acontecimiento. Uno de ellos es el reportero civil Manuel Mart\u00c3\u00adn (1905-1985), que acude al aer\u00c3\u00b3dromo para documentar un acto que m\u00c3\u00a1s tarde vender\u00c3\u00a1 como recuerdo a soldados y vecinos en su establecimiento fotogr\u00c3\u00a1fico reci\u00c3\u00a9n inaugurado, Foto Exakta, en una calle, bien c\u00c3\u00a9ntrica de Le\u00c3\u00b3n: General\u00c3\u00adsimo Franco, 1.<\/p>\n<p>El reportero se col\u00c3\u00b3 en el acto para vender im\u00c3\u00a1genes a las tropas nazis<\/p>\n<p>Una importante donaci\u00c3\u00b3n<br \/>\nSu hijo, Manuel Mart\u00c3\u00adn Mart\u00c3\u00adnez, cuenta a este peri\u00c3\u00b3dico la falta de atenci\u00c3\u00b3n que dio su padre a su propio trabajo. \u00abDe lo que no se preocup\u00c3\u00b3 nunca fue de archivar. Hab\u00c3\u00ada cajones con negativos colocados de cualquier manera, as\u00c3\u00ad que empec\u00c3\u00a9 a ordenarlos a los 15 a\u00c3\u00b1os\u00bb, recuerda. Sin embargo, guardaba joyas como la marcha de los C\u00c3\u00b3ndor. \u00abTambi\u00c3\u00a9n hizo fotos del frente de la monta\u00c3\u00b1a leonesa. Pero tras la guerra, la Falange buscaba fot\u00c3\u00b3grafos con material comprometedor. Mis padres, por miedo a represalias, quemaron todas las im\u00c3\u00a1genes de la guerra\u00bb, explica Manuel.<\/p>\n<p>Manuel hijo acaba de donar a la Direcci\u00c3\u00b3n General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura casi 150.000 negativos de \u00c3\u00a9l y su padre. Dos fot\u00c3\u00b3grafos que cruzaron el siglo XX, desde Le\u00c3\u00b3n a Berl\u00c3\u00adn. En los pr\u00c3\u00b3ximos d\u00c3\u00adas llegar\u00c3\u00a1n al Centro Documental de la Memoria Hist\u00c3\u00b3rica en Salamanca para unirse a los fondos de Kati Horna, Agust\u00c3\u00ad Centelles, Erich Andr\u00c3\u00a9s, Renau, los Mayo, Nieto y una pr\u00c3\u00b3xima incorporaci\u00c3\u00b3n del fot\u00c3\u00b3grafo de los tanquistas rusos.<\/p>\n<p>\u00abYo era m\u00c3\u00a1s art\u00c3\u00adstico, \u00c3\u00a9l m\u00c3\u00a1s reportero\u00bb, asegura. \u00abLleg\u00c3\u00b3 a la fotograf\u00c3\u00ada por amor a la foto. Despu\u00c3\u00a9s de la mili trabajaba en un ultramarinos. Le\u00c3\u00ada y aprend\u00c3\u00ada la t\u00c3\u00a9cnica a ratos. Fue un autodidacta. Hasta que entr\u00c3\u00b3 a trabajar en un laboratorio y se profesionaliz\u00c3\u00b3\u00bb, resume.<\/p>\n<p>El reportaje, de casi 500 im\u00c3\u00a1genes de dos intensos d\u00c3\u00adas de celebraciones en Le\u00c3\u00b3n, incluye tambi\u00c3\u00a9n el pase\u00c3\u00adllo vespertino del Ej\u00c3\u00a9rcito sublevado por la capital decorada. En el recorrido, Franco se asom\u00c3\u00b3 al balc\u00c3\u00b3n del Palacio de la Diputaci\u00c3\u00b3n y dirigi\u00c3\u00b3 algunas palabras: \u00abYo os prometo morir antes de que se malogre nuestra revoluci\u00c3\u00b3n\u00bb. Dijo haber salvado a Espa\u00c3\u00b1a de la \u00abbarbarie marxista\u00bb. Curiosamente, tambi\u00c3\u00a9n se sent\u00c3\u00ada orgulloso de luchar por un pa\u00c3\u00ads donde \u00ablas masas pobres y humildes no puedan ser jam\u00c3\u00a1s explotadas por los poderosos\u00bb.<\/p>\n<p>Postales para el recuerdo<br \/>\nManuel Mart\u00c3\u00adn aprendi\u00c3\u00b3 tarde el oficio, pero remat\u00c3\u00b3 su aprendizaje en La Gafa de Oro, una \u00c3\u00b3ptica con tienda fotogr\u00c3\u00a1fica que durante la Guerra Civil vivi\u00c3\u00b3 su momento dorado: se cog\u00c3\u00adan encargos para 15 o 20 d\u00c3\u00adas que hac\u00c3\u00adan los soldados nazis. Las cr\u00c3\u00b3nicas recogen tambi\u00c3\u00a9n que en el negocio de Francisco Lorenzo, en aquel momento, llegaron a trabajar hasta cuatro empleados lavando las copias, secando y cortando fotos con guillotina. Los alemanes llevaban muchas fotos para revelar y copiar. Tantas, que Manuel mont\u00c3\u00b3 su propio laboratorio.<\/p>\n<p>En el escaparate colocaba las im\u00c3\u00a1genes de los \u00c3\u00baltimos reportajes que hab\u00c3\u00ada hecho. Numeradas, para que los clientes eligieran y encargaran reproducciones. Hac\u00c3\u00ada y vend\u00c3\u00ada postales de fotos que \u00c3\u00a9l mismo tomaba. Uno de los acontecimientos que cubri\u00c3\u00b3 para los alemanes, pero no para los peri\u00c3\u00b3dicos, fue la despedida de la Legi\u00c3\u00b3n C\u00c3\u00b3ndor desde el aeropuerto a la ciudad. \u00c3\u2030l miraba para complacer el gusto de sus compradores, pero aquello no era un acto cualquiera. Los soldados de la muerte marchaban con la cabeza alta y las medallas ensangrentadas, y no estaban solos.<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n<p>&nbsp;<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<p>Cultura recibe el fondo fotogr\u00c3\u00a1fico de Manuel Mart\u00c3\u00adn, con im\u00c3\u00a1genes in\u00c3\u00a9ditas de la jornada en la que Franco se despidi\u00c3\u00b3 en Le\u00c3\u00b3n de la Legi\u00c3\u00b3n C\u00c3\u00b3ndor del III Reich Publico.es PEIO H. 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